La historia detrás de una fotografía...

Esas caritas envuelven el tesoro más grande que pudo haberme obsequiado la vida y esas sonrisas tan amplias y brillantes son la alegría de mi corazón y un bálsamo para mi alma.

Esta mañana mis pequeños amores llegaron corriendo a mi habitación, con mucha emoción porque habían concebido un grandioso plan. Cuando hablan, suelo mirarlos más allá de sus palabras, quedando embelesada con su ser.

Me tenía curiosa qué les tenía tan ilusionados y después de que me contaron entendí que tenían toda la razón en estarlo.

Resulta que ellos planearon que cuando sean grandes se irán de viajes por todo el mundo. Pasaremos 2 meses en cada sitio- me decían.

Suena genial, en esta vida lo que más disfrutamos son las experiencias que nos hagan felices y viajar es algo grandioso- les dije, pero... ¿de qué vivirán?.

No te preocupes mami que tenemos todo pensado-acotaron. Te explico: Vamos a ahorrar primero capital aquí para tener un fondo y podernos ir. Luego, en cada sitio que vayamos buscamos un empleo temporal, como en un supermercado o algo así, y de allí tendremos para los gastos. Lo que queremos es conocer tantos países... Esa será nuestra gran aventura.

Lo dijeron con tanta convicción que me convencieron. Siempre les digo, y esta vez no fue la excepción: todo lo que se propongan en la vida y por lo que luchen de corazón, lo tendrán. Les cuento que hasta yo soñé con ellos, en el fondo pensaba ¿por qué a mí de niña no se me ocurrió algo así? Yo sólo pensaba estudiar, graduarme y tener un buen empleo para luego poder construir un hogar.

Cuando estaba haciendo mi tesis de grado, había un compañero que decía: aunque trabajo no tengo nada, todo lo he disfrutado viviendo, viajando, dándome gustos, porque al morir es lo que me llevo. En aquel momento me pareció algo tan irresponsable, incluso le dije y ¿qué harás cuando estés viejo?. Recuerdo que me contestó: -no sé si en ese entonces habré comprado un sitio para vivir; pero si no, mi mamá guarda un cuarto para cuando quiera ir, al menos eso tengo. Y todo lo que necesito es comida. Ya veré.- Aún pienso que es un extremo. Después no lo ví más, me gusta pensar que llegó el momento en el que pensó seriamente en asegurar su futuro y al menos compró una casa.

El punto es que ni tan calvo, ni con dos pelucas. Me inclino por la filosofía que reza: trabaja para vivir, no vivas para trabajar. Me gustó mucho la idea de mis hijos y, más aún, que compartan sus sueños, aparte de su día a día. Ahhh y es que hasta me dijeron: ¿mami podemos tener también nuestro blog como tú? Por favor mami, queremos empezar a ahorrar dinero para el viaje. También hemos pensado qué podemos publicar. Que hermosa es la inocencia y que lejos llegan sus sueños. Siempre los apoyaré en lo que decidan emprender, no seré yo quien le corte sus alas. Esta vida no es una receta y la felicidad no se puede comprar.

Cuando terminaron de contarme todo, su sonrisa y sus ojos brillaban tanto que no pude evitar decirles: esperen, les tomaré una foto para guardar este momento. En seguida se abrazaron para que se las tomara. Ahora confío está historia a mi querida blockchain por si alguno de nosotros la olvida, pueda recordarla. Es lo que amo de las horas invertidas en mi blog.