Dos 📚 de Marcial Gala
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La única foto que conservo en mi álbum donde Marcial Gala aparece junto a mí es ésta ⬇️
Data, según veo anotado con mi letra al dorso de la misma, del 2003 y estamos en el Salón de Reuniones del Hotel del MICONS, en un Panel dedicado a las Editoriales de Cienfuegos, dentro del Programa del Encuentro Provincial de Talleres Literarios.
Razón por la cual, allá en la esquina a su lado se encuentra el poeta y excelso promotor cultural José Ramón Calatayud, fundador del sello Ediciones Damují, de Rodas.
Entre Marcial y yo, aparece Mariano Ferrer Miranda, acucioso investigador de la décima y de la historia del teatro en Cienfuegos, también poeta y uno de los fundadores en 1991 de Ediciones Mecenas.
Mariano fue además el editor del primer 📕 de cuentos de Marcial Enemigo de los ángeles, publicado por Mecenas, en 1992, al Negro 💪 haber obtenido en 1990 el Premio Fundación de la Ciudad Fernandina de Jagua con él.
Las expresiones en los rostros de cada uno, son dignas de decodificación, verán en Calatayud el asombro de ver cómo me las ingenié como moderador del Panel, para liberar las evidentes tensiones que muestran Mariano y Marcial 😆
Justo un ratito antes del instante en que se hizo esa captura, Mariano había explicado lo difícil que le fue como Editor, trabajar con el 📕 de Marcial por "las cochinadas" en su lenguaje.
Y Marcial, ni corto ni perezoso, le había contestado:
-Ah bueno, "Marrano" Ferrer, cada cual tiene que aprender a lidiar con sus propias asquerosidades y aprender a respetar la de los demás 😅🤭
Eso que le conté a mi esposa @lizandra y ahora, queridas amigas, entrañables amigos de Hive, les cuento también a ustedes, aprovechando la gentileza del buzón 📪 de #ecency, explica también el porqué, ni en la Foto con los otros miembros del Jurado ⬇️
Ni con los autores premiados en ese Encuentro Debate, aparecen ninguno de los 3 que en la primera foto me acompañaban: Calatayud se responsabilizó, toda vez que salimos de esa mesa, en evitar que Mariano y Marcial se fueran a los puños, mientras yo me dediqué a disfrutar con Pedro Mendigutía y Jesús Candelario, dando los resultados 😏
Le hago la anécdota a Lisy, mientras disfrutamos de un café ☕ en nuestro patio, y luego le muestro los dos 📚 de Marcial que le traje de Cienfuegos ⬇️
📕Sentada en su verde limón (Letras Cubanas, 2004) es la primera novela de Marcial.
Cuenta apenas de 120 páginas. Se lee de un tirón porque además de su brevedad, tiene a su favor el estudiado descuido y el cinismo del personaje-narrador, con un argumento que se desarrolla y nos arrastra de manera corrosiva, con un rudo lirismo, que tal vez se deba a la delicadeza de una aprendiz de poeta, en contraste con la del músico, un genio frustrado del jazz.
Estos tres personajes son el núcleo de una fábula de amor y muerte, donde el autor nos insinúa lo peligroso que resulta renunciar a la inocencia. A quiénes conocimos a los seres reales que en su novela Marcial retrata, ficcionalizando, nos resulta más fácil de entender sus caracteres, entretejidos en una relación de sojuzgamientos, donde sobresale ( también a favor de la agilidad conque puede ser leída) un absurdo sentido del humor que acentúa y le otorga particular significación a cada escena presentada.
Pero no es necesario haberlos conocido, en ésta novela, Marcial no se muestra tan apegado al testimonio, como lo haría en la fulkneriana La catedral de los negros (otra novela suya que probablemente les comentaré si encuentro el momento oportuno).
📕Necrofilia (Ediciones Mecenas, 2015) funciona como una suerte de Antología Personal, donde Marcial reúne aquellos cuentos que presentan un corte fantástico. Son todas, las 20 historias, reveladoras de una imaginación desbordante donde se combinan el Vudú y el Cristianismo, con ideas particularmente perturbadoras.
Quien lee estos cuentos disfruta de una literatura de primera línea, de una madurez narrativa inobjetable. Entre mis preferidos se encuentran los cuentos "Anoche, mientras estabas afuera", "El hechizado", "La máquina de Dios", "El juego que no cesa" y "Necrofilia", que son aquellos donde aprecio, el autor maneja la ironía de la manera más refinada, casi borgiana, pero sin su hermetismo.
Marcial suele trabajar el cuento, como mismo advierte Borges en uno de sus cuentos, la historia por el lado del disco que resulta imposible de ver, pero si por alguna casualidad, el asesino que te asesta el golpe, para robarte tu tesoro, observa al caer sobre el piso el disco, por el lado en que se ve, quedas preso como lector, deslumbrado a muerte, al punto de convertirte en otro fanático de este autor, que hace Gala de su apellido como narrador.
Del libro de poesía Moneda de a centavo que en 2011 yo le edité, tendré que hablarles en un futuro, si recupero uno de sus ejemplares.
Las 📷 incluidas son de mi propiedad.

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